Querer es tener la intención de hacer, poseer o lograr algo. El querer está impulsado por la necesidad y por el deseo. La gente tiene necesidad de cambios, la gente quiere un presente mejor y un futuro auspicioso, pero el problema radica en que muchos esperan un golpe de suerte, o las condiciones necesarias para lograr aquello que tanto anhelan, y lo que desean en el hogar, en la familia, o en lo laboral nunca lo alcanzan y se les pasa la vida esperando. La necesidad y el deseo están presente en todas las personas, pero no todas logran avanzar a cosas mejores. No basta con sólo con pretender, se necesita creer. La fe es el factor determinante que diferencia a aquellos que han alcanzado sus objetivos de los que solo tuvieron una buena intención; si la fe no está presente, el querer morirá y será recordado sólo como un buen anhelo.
La fe es un poder que, además de darnos una certeza firme de ver las cosas concretadas, nos activa múltiples capacidades interiores, activa la creatividad, activa el ingenio y por sobretodo activa la voluntad, el esfuerzo y el sacrificio, y eso es lo que marca la diferencia, pues el alma del perezoso desea y nada alcanza, pero el alma de los diligentes, de los que tienen fe, siempre será prosperada.
El asunto no se basa en querer o no querer, creer o no creer es la cuestión.
"La fe es un don de Dios, pero debemos activarla. . "
Si activas tu fe y ella te activará a ti, te llevará a soñar en grande y a ponerte a trabajar para alcanzar tus sueños. Las personas de fe son personas entusiastas, determinadas, esforzadas y valerosas, capaces de transformar las realidades, de ver soluciones donde otros solo ven problemas; son las personas de fe las que le hacen frente a las dificultades y las atraviesan sin desmayar, ellas son el motor anímico de todo equipo humano, son capaces de inspirar, motivar y alentar a otras personas, nunca se detienen, trabajan sin cesar, pero con paz en su corazón, gozo y juventud hay en su interior, esperanza contra esperanza es su estandarte, caminan hacia adelante dejando un legado a su generación.
Si quieres ser una persona de fe, observa al Autor y consumador de la fe, mira a Cristo Jesús y tendrás el poder para lograr lo que te propongas y transformar tu realidad.