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Ap. Víctor Doroschuk

Cinco cosas que debes perfeccionar en el 2019


Muchas personas tienen como hábito realizar a lo largo del año distintos cursos de perfeccionamiento para mejorar y crecer en su oficio, desempeño o profesión. Sea cual fuese la actividad, las personas que se ocupan de perfeccionarse constantemente siempre se destacarán del resto y marcarán tendencia en su ámbito.

Deportistas, mecánicos, profesionales, peluqueros, oradores, etc., pueden deslumbrar a los demás gracias a su capacitación y excelencia.

El año que comienza es una buena oportunidad de planificar este tipo de actividades a fin de crecer y expandirse.

Dios quiere que sus hijos sean conscientes que el perfeccionamiento es parte vital de la vida espiritual; como dice Filipenses 1:6: “El que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

 

“El que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo."

Filipenses 1:6

 

Perfeccionar es otorgar el mayor grado posible de bondad o calidad, es obrar para quitar todo defecto, acabar enteramente una obra con excelencia.

Para este año Dios quiere meterte en su curso personal de perfeccionamiento, donde él trabajará en tu vida sobre cinco áreas específicas: La fe, el amor, la alabanza, la santidad y la unidad.

Este año deberás actuar y concretar cosas que tenías postergadas, pues como dice Santiago 2:2 “La fe se perfecciona por las obras. Hay desafíos que debes asumir y poner manos a la obra para que veas los milagros de Dios en tu vida.

El amor también debe perfeccionarse, a fin de despojarnos del temor y crecer en confianza. Amar no solamente a quienes nos aman sino también a nuestros enemigos. Para perfeccionarse en el amor hay que permanecer en Dios y Dios en nosotros, porque Dios es amor. Prepárate para poner por obra 1 Corintios 13:4-8. (Al buen entendedor pocas palabras)

“De la boca de los niños perfeccionaste la alabanza” Mateo 21:16. La alabanza es parte vital de nuestra vida espiritual, con ella glorificamos a Dios y exaltamos sus maravillas; para hacerla perfecta tenemos que volvernos como niños y ser más agradecidos y efusivos, dar las gracias a Dios en todo, porque ésta es su voluntad para con nosotros en Cristo Jesús.

Y que hablar de la santidad, sin la cual nadie verá a Dios. 2 de Corintios 7:1 dice: Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Quien teme a Dios es sabio, y el sabio se aparta del mal y perfecciona la santidad. Hacer distinciones más precisas es poner la inteligencia en funcionamiento. Revisa lo que miras, lo que oyes, lo que comes y lo que haces; procura ser inteligente y apartarte de aquellas cosas que son nocivas para tu salud física, emocional y espiritual.

Por último, debemos ser perfectos en unidad. Ésta fue la oración e intercesión de Cristo por nosotros. San Juan 17:23 dice “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.

Lo que Dios unió no lo separe el hombre. Esto no se aplica solamente al matrimonio sino también a la iglesia y a los equipos que el Espíritu Santo unió para la obra del ministerio. Conviértete en una persona que une y no divide. Cuida tus acciones y reacciones, tus pensamientos y palabras; el mundo creerá cuando seamos uno.

Nos espera un año llego de sorpresas y bendiciones de parte de Dios, anímate, déjate perfeccionar por Él y tu vida será renovada.

Foto de William Iven en Unsplash

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