Cuando el cielo parezca brillar más de la cuenta y las nubes se vistan de un majestuoso color dorado, cuando la gravedad cese su fuerza y se alteren los elementos que sobrevuelan los aires, cuando las personas dejen sus actividades en el campo y en la ciudad para levantar sus cabezas como nunca lo han hecho, cuando todo el mundo quede atónito frente a lo que está aconteciendo, entonces verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes con poder y gran gloria.
Todo ojo le verá, los corazones palpitarán más de la cuenta, algunos correrán sin saber a dónde esconderse, otros harán lamentaciones, algunos se llenarán de paz, otros estarán erguidos, finalmente toda rodilla se doblará. Los que estuvieron muertos resucitarán, nadie quedará ajeno, en el gran día del regreso de Cristo a la Tierra.
¡Miren que vengo pronto! Traigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho. (Apocalipsis 22:12)
Ese día está más cerca de lo que imaginas, si piensas que no estarás vivo para verlo, debes saber que resucitarás para estar ahí.
El mundo tal cual lo conoces dejará de ser, verás con tus ojos lo que un día creíste por fe; otros lamentarán con lágrimas lo que un día rechazaron por incredulidad.
“El mundo tal cual lo conoces dejará de ser, verás con tus ojos lo que un día creíste por fe; otros lamentarán con lágrimas lo que un día rechazaron por incredulidad. "
Va a ocurrir pronto. Jesús se manifestará a la tierra y no habrá dudas de su presencia. No lo verán como vino en un principio, lo verán con poder y majestad. Sabrán que él es Dios y no hay más. Se derretirán los ídolos, se acabarán las fábulas, se desenmascarará la mentira, temblarán los gobernantes de la tierra. Se alegrarán los creyentes, abrazarán a su Amado, bendecirán su nombre, enjuagarán sus lágrimas, se fortalecerán sus huesos, se reconfortarán sus almas, tendrán su recompensa, reinarán con su Rey.
Quizás haya muchas cosas que estés esperando que sucedan en tu vida, en tu familia, en tu negocio o país, y has dejado de lado lo más importante de todo, la esperanza de que Jesús volverá. No solamente debes esperarlo más que a nada, sino también debes prepararte, pues el día y la hora nadie lo sabe, y de repente puede suceder que te veas contemplando ese momento.
Busca a Dios mientras pueda ser hallado, llámalo mientras este cercano, deja tus malos caminos y confusos pensamientos y vuélvete a Él, de seguro tendrá misericordia y te perdonará.
“Se alegrarán los creyentes, abrazarán a su Amado, bendecirán su nombre, enjuagarán sus lágrimas, se fortalecerán sus huesos, se reconfortarán sus almas, tendrán su recompensa, reinarán con su Rey."
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