top of page
Ap. Víctor Doroschuk

El secreto de las palmeras


Las zonas tropicales nos regalan hermosísimos paisajes. Si observamos alguna postal de estos lugares las protagonistas infaltables son las palmeras. Ellas se erigen como monumentos vivos que perduran a lo largo del tiempo. Aunque su aspecto no pareciera robusto ni fuerte, la realidad demuestra que las palmeras soportan todo tipo de embates de los fenómenos más fuertes que la naturaleza pueda generar. Huracanes, tifones, ciclones y hasta incluso tsunamis azotan estos paraísos terrenales derribando todo a su paso. Sin embargo, en medio de las imágenes del desastre, y de casas y edificios colapsados, se puede apreciar que las palmeras se mantienen en pie.

Las palmeras han desarrollado tres características que le permiten soportar y prevalecer a las más duras crisis. Poseen raíces que se entrelazan con el terreno formando un verdadero ancla, proporcionando un contrapeso ideal para sostener los metros y metros de altura que pueda llegar a crecer. En segundo lugar, poseen un tronco flexible que les permite doblarse hasta cuarenta o cincuenta grados. Este tronco está compuesto por fibras elásticas, muy diferentes a los anillos rígidos de un árbol normal. Por último las palmeras aplican una resistencia controlada al viento evitando el efecto vela. Sus hojas se acomodan en la misma dirección que el viento y resisten así hasta que éste se calme.

Como personas deberíamos desarrollar estas tres características, ya que estamos expuestos a los embates de problemas, crisis y dificultades permanentemente, y más aún en estos tiempos donde los vientos de la tempestad se levantan cada vez más fuertes. Sin embargo, podremos permanecer firmes y estar de pie para seguir creciendo. La raíz de nuestra vida, el ancla que debe sostener nuestra alma debe ser la esperanza viva puesta Dios, la esperanza en los hombres es una esperanza muerta y no proporciona ningún tipo de firmeza ni garantía, pero la esperanza en Dios proporciona paz, estabilidad y gozo. Las fibras de nuestro tronco deben estar compuestas por la fe genuina no fingida, esa fe que actúa en todo tiempo y no sólo dentro de un templo o por tradición. Y por último, las hojas deben ser nuestra alabanza y adoración a Dios que se activan aún en medio de la dificultad. Con brazos extendidos adoramos a nuestro creador y Salvador, sabiendo que a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien.

Puedo concluir diciendo que quien confía en Dios no será derribado, sino que permanecerá firme a pesar de los problemas.

 

“La esperanza en los hombres es una esperanza muerta y no proporciona ningún tipo de firmeza ni garantía, pero la esperanza en Dios proporciona paz, estabilidad y gozo."

 

177 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page