Las ventanas son un elemento estructural imprescindible en el diseño y construcción de una casa, no por una razón estética, más bien porque representan una funcion vital para las personas que la habitan. Las ventanas permiten el ingreso de la luz y del aire, componentes fundamentales que son sinónimo de vida. Es muy deprimente ingresar a una casa con pocas ventanas o donde éstas permanecen cerradas. Allí la oscuridad y el encierro generan un ambiente denso, pesado, sin aires de libertad.
Hay personas que en la vida se le han cerrado las ventanas, están viviendo en un encierro y oscuridad económica, laboral, familiar o espiritual y se están asfixiando hasta el punto de desvanecer y desmayar. Son esos momentos donde todo se vuelve adverso, agobiante, y por dentro se padece un verdadero tormento difícil de explicar. ¿Cómo salir de esa situación?
Dios dice en Malaquías 3 “Vuélvanse a mí y yo me volveré a ustedes. Pruébenme y vean como abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde”.
“Vuélvanse a mí y yo me volveré a ustedes. Pruébenme y vean como abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde. "
Malaquías 3:10b
¿Cuál es la bendición que otorga Dios cuando se abren las ventanas de los cielos? La bendición de Dios es luz, creatividad, inteligencia, sabiduría, oportunidades, capacidad, talento, imaginación, Dios derrama un espíritu de valor, de autoridad, de conquista, para hacer cosas que nunca antes te habías atrevido a hacer o imaginar, para que salgas adelante de esa difícil situación en la que estás. No pienses que te va a llover dinero de arriba, te van a llover ideas, inspiración, fuerzas, dones con los cuales harás frente a todo obstáculo y saldrás victorioso. Cuando Dios abre la ventana de los cielos entra a tu vida el oxígeno del cielo, el aire su casa; porque el aire de este mundo está tan pesado y tan contaminado, que te cuesta respirar, te cuesta vivir un día más, pero cuando entra la brisa divina todo empieza a cambiar.
El cielo se le abre a la gente que pone la mirada en Dios y que vuelve su corazón a él por medio de Jesucristo.
Dios te dice hoy: “Yo quiero abrir esa ventana. ¿Estás dispuesto a abrir tu corazón?
Que estas palabras de fe te hagan reflexionar sobre tu vida y que puedas experimentar la luz de Dios en tu vida y el poder de su espíritu Santo, transformando tu ambiente oscuro, frío y asfixiante a un ambiente radiante lleno de libertad.
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