La planificación y la organización son virtudes esenciales de las personas de la alta gerencia, pero también son acciones imprescindibles para cualquier persona que quiera tener una vida próspera y ordenada. Esta capacidad del ser humano de proyectarse hacia el futuro y establecer metas es inherente a nuestra naturaleza. Es una característica propia de los seres vivos tener objetivos bien definidos y establecidos con claridad. Nuestro organismo responde a su diseño y existen procesos biológicos que se cumplen indefectiblemente inclusive de forma inconsciente.
Existe un día en el que nacemos, otros en el que aparecen los dientes, se desarrollan habilidades y cambiamos físicamente, somos capaces de reproducirnos, y existe un día en el que morimos.
En todo este proceso tomamos miles de decisiones y diariamente buscamos sostener y mantener nuestra existencia. Sin embargo, siempre se cumplen ciclos que el ser humano no puede impedir, y que exceden a su voluntad, pues su ocurrencia y propósito le pertenecen a la voluntad de quien los creó.
Para Dios existe un día definido en el cual el ciclo del universo llegará a su fin, para dar lugar a otro de distinta naturaleza.
"El día y la hora nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre. Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo del Hombre; y todas las tribus de la tierra harán duelo, y verán al HIJO DEL HOMBRE QUE VIENE SOBRE LAS NUBES DEL CIELO con poder y gran gloria."
S. Mateo 24:30
El regreso de Jesucristo a la tierra tendrá lugar indefectiblemente, pues no es una cuestión de religión sino de agenda y voluntad divina. Ahora bien, aunque no sabemos el día ni la hora, se nos aconseja mirar las señales para saber si está cerca. La predicación del evangelio en todo el mundo mediante las redes, la pérdida de referentes sociales, la abominación y aberraciones dentro de ámbitos eclesiásticos, los falsos profetas tanto de la ciencia como de la religión, la creciente inmoralidad que corre por las calles y el enfriamiento del amor, son algunos indicios claros de que aquél día se acerca. “De la higuera aprended la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, sabéis que el verano está cerca”.
Prepara tu corazón para ese día, porque todos los seres humanos de la historia lo verán. Acepta a Jesús como tu salvador y en vez de lamentarte lo disfrutarás.